jueves, 21 de abril de 2016

Segregación residencial y cine.

      Durante este mes de abril se ha celebrado un ciclo sobre Cine y Geografía, bajo el lema "La segregación urbana y sus consecuencias". Organizado por el Departamento de Geografía de la UMA (concretamente por el Dr. Jesús Vías Martínez), la totalidad del trabajo no administrativo recayó en mí, desde la elección de los títulos que se proyectarían, hasta la preparación de los debates posteriores. La imagen corresponde al cartel del Ciclo.



      Fueron tres las películas que se proyectaron: Elysium, Distrito 9 y Slumdog Millionaire y, a partir de ellas, tratamos diferentes cuestiones relacionadas con la segregación.

      Elysium nos dio pie para tratar las áreas de residencia de las clases más pudientes de la sociedad. Salvando las diferencias en la escala, asimilamos Elysium con los barrios cerrados (algunos "autosuficientes") que se pueden encontrar en algunas de las mayores metrópolis de América Latina. El emprendimiento de Nordelta, en el Gran Buenos Aires, fue el ejemplo real de un "Elysium". Metáforas como las del "coche burbuja" y conceptos como el de la ciudad fragmentada también fueron trabajados, sin dejar de lado los modelos de ciudad latinoamericana.

     Para "aterrizar" en el otro extremo de la escala, los barrios donde reside la porción menos pudiente de la ciudad, Distrito 9 es un buen ejemplo. El concepto de ghetto, la relación entre modificación del lugar que el individuo ocupa en la escala social y los cambios residenciales, y la legitimidad -o falta de ella- que subyace en diferentes situaciones de diferenciación residencial centraron el comentario geográfico. En este sentido, referencias al apartheid -y a las modelizaciones urbanas que lo incluyen-, no estuvieron ausentes.

      Y por último, como ejemplo de una de las consecuencias que la segregación puede traer aparejada, elegí la estigmatización, una cuestión a la que ya he hecho referencia en este mismo blog. El visionado de Slumdog Millionaire nos dio pie a ello. Cómo el estigma territorial puede transformarse en un estigma social, cómo se construye la reputación de un barrio, y cómo ésta puede perdurar en el tiempo, fueron los elementos centrales del debate que siguió a la proyección.

        Para mí ha sido una muy buena experiencia, que ha supuesto hacer accesible al público en general unos conceptos que, en muchas ocasiones, pueden parecer oscuros y confinados a las publicaciones científicas. Y también comprobar cómo las cuestiones relacionadas con la diferenciación residencial son percibidas inconscientemente por la población en el transcurso de su vida diaria, saliendo a relucir en cuanto se le ofrece un marco interpretativo de esa realidad.

         Por último, no quiero terminar esta entrada sin agradecer a María Quince, del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, su buena disposición y ayuda en las cuestiones técnicas de las proyecciones.