domingo, 20 de noviembre de 2022

El Atlas de Ingresos de los Hogares.

La información relativa a los ingresos de los individuos, o de los hogares, siempre ha sido una cuestión de gran interés en los estudios sobre diferenciación residencial; el problema es que históricamente la información no estaba disponible, no existía, a los niveles de desagregación espacial necesarios -intraurbanos-. Por ello ha sido norma acudir a proxis ante su ausencia; puede argüirse que sí disponemos de información sobre ingresos, considerablemente detallada, que podíamos obtener de operaciones muestrales; tal vez la Encuesta de Población Activa, o la Encuesta de Condiciones de Vida sean de las más conocidas en el contexto español. Pero ambas tienen el inconveniente de que no aportan información a escala intramunicipal, lo que imposibilita su empleo en estudios de diferenciación residencial intraurbana que precisen de esta variable.

No obstante, desde hace algunos años contamos con una fuente nueva, en un primer momento englobada en el grupo de las "Estadísticas Experimentales" producidas por el Instituto Nacional de Estadística, en la actualidad ya fuera de ese epígrafe, lo que parece que dota de continuidad en su recolección: nos referimos al Atlas de Distribución de Rentas de los Hogares -ADRH-, disponible aquí.

Tal y como indica el INE en dicha página, "El ADRH es una operación basada íntegramente en la explotación de registros administrativos que proporciona información sobre el nivel y la distribución de renta desglosada según variables demográficas básicas de la población a nivel territorial muy detallado, concretamente de todos los municipios, distritos y secciones censales en que se organiza territorialmente el Estado. Se facilita también la información de todos los indicadores de renta y demográficos para las islas, provincias y comunidades autónomas de España."

Renta media por persona, renta media por hogar, o Índice de Gini, entre otras variables, forman parte de la nómina de ítems que incluye el Atlas; una información que puede ser visualizada o descargada, a escala de sección censal, y para un periodo que arranca en 2015 y termina, en el momento de escribir estas líneas, en 2020, un total de 6 años. Una realidad que abre un enorme abanico de posibilidades a la hora de introducir esta variable tan crítica en los estudios sobre diferenciación residencial.

No obstante, y siendo esto así, hemos de tener presente al menos dos cuestiones cuando nos decidamos por su empleo. La primera, que al provenir los datos de Hacienda, tal y como el propio INE indica en el apartado metodológico del Atlas "no se incluyen todas las rentas, sino tan sólo las de las personas residentes a efectos fiscales; no se incorporan, por tanto, todas las rentas personales que pudieran encontrarse en las fuentes tributarias, sino sólo las compatibles con haber sido percibidas por población residente". Un hecho que, en secciones con elevada presencia de extranjeros comunitarios no se encuentra renta en hogares que agrupan hasta un 36% de la población residente en ellas, lo que, pese a referenciar la renta a la población encontrada, introduce sesgos a la baja. Un hecho que explica situaciones de otra forma poco comprensibles como la correspondiente al municipio de Benahavís, en la parte izquierda de la imagen, cuya población aparece encuadrada en el intervalo de rentas más bajo -de color rojo-, equivalente, por tanto, a alguna de las secciones con menores ingresos del vecino municipio de Marbella: secciones que, a poco que se conozca el territorio, salta a la vista que nada tienen que ver unas con otras.


Un inconveniente desde luego menor en comparación con las posibilidades que nos abre esta fuente. Entre estas posibilidades se encuentra la realización de estudios diacrónicos de la evolución de la diferenciación residencial basada en la renta. Como anteriormente hemos indicado, a día de hoy contamos con información referida a un periodo de 6 años, por lo que esta posibilidad efectivamente está presente. No obstante, la lectura de la metodología nos debe poner sobre aviso de la segunda cuestión, que plantea un inconveniente, en nuestra opinión de más calado que el anterior, a la hora de la realización de este tipo de estudio diacrónico. Efectivamente, el nivel mínimo de desagregación espacial es la sección censal, una unidad administrativa que no es, ni mucho menos, estable en el tiempo. Está, por tanto afectada por el MAUP, por el problema de la unidad espacial modificable, al que dedicamos una entrada hace algún tiempo, y que puede consultarse aquí. En tanto en cuanto las secciones de nuestra zona de estudio -municipio o conjunto de municipios- hayan sido modificadas en el intervalo de nuestro estudio, hemos de tener presente que una parte de las variaciones de los resultados de los índices empleados se deberán únicamente a los cambios en número sufridos por las secciones que se dibujan en el interior de esa zona. Volviendo al ejemplo de Marbella tenía un menor número de secciones censales en 2015 con respecto a 2020; una realidad que el investigador debe conocer y sopesar a la hora de llevar a cabo su trabajo.

De cualquier manera, volvemos a indicar una vez más que estos inconvenientes, y algunos otros a los que no hemos hecho mención, palidecen en comparación con las oportunidades que nos abre el disponer de esta fuente de información. Unas posibilidades que, a buen seguro, se incrementarán cuando pueda ser empleada en conjunción con la derivada del Censo de Población y Viviendas de 2021.


Para saber más:

Ojeda Zújar, J., Paneque Salgado, P., Sánchez Rodríguez, E., & Pérez Alcántara, J.P. (2021). Geografía de la renta de los hogares en España a nivel municipal: nuevos datos y nuevas posibilidades de geovisualización, exploración y análisis espacial en entornos cloudInvestigaciones Geográficas, (76), 09-30. https://doi.org/10.14198/INGEO.18993

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